Los Doctores le comunicaron a los papas de Iris, que ella antes de tener el accidente un mes atrás había firmado un documento en el cual se comprometía a donar sus órganos en dado caso que ella muriera siempre y cuando estos fueran servibles.
-Como vera Sra. Lucia, Su hija tuvo este accidente y en verdad lamentamos que haya sucedido de esta manera, -Solo quiero recordarle que el deseo de su hija era que sus órganos fueran donados a ciertas personas que en este momento necesitan de ellos.
-Su hija señora Lucia prácticamente respira por el respirador artificial, su cerebro está muerto y lamento decirle que no habrá recuperación alguna.
Los papas de Iris quedaron atónitos ante esta noticia y se molestaron con los doctores, pues ellos creían aun en la esperanza de que iris viviría. La mama enfurecida con los doctores les contesta:
-Dr. Fernández, Eso que usted me dice no lo puedo hacer, por dios como me puede decir que tengo que matar a mi hija, ¡no! eso jamás, ella vivirá conmigo para siempre. -dijo su mama,
-Señora usted, tiene la decisión, solo le confirmo que su hija firmo una hoja de donación de órganos, donde puede donar hasta 5 órganos si estos funcionan a la perfección, ella firmo consciente y su deseo era eso, pero usted decide, es el cuerpo de su hija.
-Bueno gracias por la información, pero es un hecho que nosotros no desconectaremos a nuestra hija Doctor, no pierdan su tiempo y no insistan, -dijo el papa de iris.
Los papas de Iris salen a prisa de la oficina del Doctor Fernández, y van nuevamente a la habitación donde se encontraba Iris agonizando. Pensativos y con un dolor intermitente en el corazón se abrazaron mutuamente y decidirían juntos que hacer con respecto a la vida de Iris.
No tardo mucho Don Mario, cuando persuadió a su esposa Lucía que fuese a descansar mientras él se quedaría a cuidar a su hija. Insistió tanto que Lucia no dudo en irse a descansar a la casa.